A las 19:54, una ráfaga de viento de un frio 3 de octubre acaricia la pálida piel del transeunte que en ese mismo instante entra en el bulevar.Se cruza en la puerta con un hombre de mediana edad de rostro escondido tras el ala ancha de su sombrero de fieltro:
_"No cogas el tren de las ocho y veinticinco amigo, no cogas ese tren"
A las 8: 15 llega el transeunte a la estación de ferrocarril todavía conmovido por las palabras de aquel desconocido y no del todo dispuesto a ser capaz de subir al tren.¿porqué había de saber un extraño la ruta señalada de su viaje?..
Se sienta en un banco vacío, está anocheciendo y solo se distingue una familia de lo que parecen gitanos a lo lejos. No tiene miedo. Nunca le asustó la oscuridad.
Cuando un fuerte viento empieza a dejar heladas las delgadas manos del viajero, éste se levanta y comienza a dar vueltas por el arcén, de un lado a otro,procurando entrar en calor. Procurando tranquilizarse.
De vez en cuando se asoma a las vías y observa a un lado y a otro, como hacemos todas las personas cuando esperamos el tren, incluso cuando sabemos de cual de los dos lados tiene que aparecer.
Todavía le andan rondando las frases de aquel hombre en la cabeza cuando en un fuerte soplo de viento pierde el equilibrio y cae a las traviesas de la vía. Justo a las 20:25 muere aplastado por la locomotora del tren.
...
El hombre del sombrero le observa en la lejanía y niega lentamente con la cabeza.
Cuando el "Destino", vestido de "Incognito" con sombrero y gabardina pronunció las palabras "no cogas ese tren", quería expresar "no te acerques a él".
*(se cierra el telón) "a la minoria...siempre"*
No puedo decirte que el destino existe, no puedo decirte que no.
No puedo decir que todo este escrito y no pueda cambiarse, no puedo decir que sí.
Nosé si elDestino juega malas pasadas o si trata de guiarte.
O si a veces te da pistas para seguir tú camino.
"!esto es el destino!"¿quién no dijo eso alguna vez?
sólo puedo decirte que si crees en él no te equivoques y atribuyas a él cada acción que te ocurra. Quizá solo fue obra tuya o de otro.También pudo existir la casualidad.
No confundas las palabras del destino.
quizá si el viajero hubiese estado tranquilo, si el destino no le hubiese tratado de guiar, el seguiría vivo.
o quizá el Destino lo tuviese planeado. Quizá simplemente él destino del viajero era morir...
2 comentarios:
Son tres.
Están ahí desde siempre.
Desde antes de la creación.
Tienen forma de mujer, pero no lo son.
Flotan desde siempre en un lugar que no tiene nombre, porque nadie lo ha visto jamás,
ni nadie conoce su existencia.
Podrías llamarlo Limbo. Podrías llamarlo Éter. Podrías llamarlo Nada.
Son tres.
Destino, Tiempo y Suerte.
Y están ahí desde siempre.
Destino teje un telar, que lleva tejiendo desde el principio de los tiempos. En él se desenmarañan nuestras existencias, nuestros deseos y el recorrido del río que son nuestras vidas.
Tiempo toca un arpa, en el que se suceden los segundos, minutos, horas y momentos que unen cosido el centro del mismo universo. La toca rítmicamente, con un tempo constante, pero siempre con distintos matices, con distintas texturas cada nota, en una melodía que no se puede escuchar…pero todo ser vivo si cierra los ojos, respira y se concentra...la siente.
Suerte simplemente tira un dado. Sin parar. Un dado que no tiene ninguna marca en sus caras, pero que Suerte si sabe leer. Cada vez que ése dado se detiene, un giro ocurre en el mundo. Un golpe de suerte ilumina una vida, o una desgracia acaba con los sueños de millones de existencias. Cada vez que ése dado se detiene. Y conforme se detiene, Suerte lo recoge y lo vuelve a lanzar. Así es la suerte…
Son tres.
Y están ahí desde siempre.
Tienen unos largos cabellos, y sus tres cabelleras están atadas entre si con un nudo.
Algo las ató. Sólo ellas lo saben. Y permanecen juntas desde entonces, sin poder separarse.
Cuando Destino deje de tejer, Tiempo de tocar, y Suerte de jugar, la oscuridad lo cubrirá todo, y no habrá nuevo amanecer.
Pero eso es otra historia. Una que ni siquiera Destino conoce, puesto que aun no ha terminado su telar. Lo hace por instinto, improvisando, imaginando….
Son tres.
Rigen nuestras existencias con sus tareas.
Desconozco el porqué…
pero sé que están ahí desde siempre…
mejor así.
Siento el rollazo que te he metido, preciosa, pero he empezado a escribir, y no he podido parar.
Me encantan las historias de destino, y más si lleva sombrero y abrigo ;)
Precioso texto.
Un besazo wapa!
G.
Sabes que yo no creo en el, puesto que me fallo una vez, pero tu historia hace que sea bonito pensar que puede existir y cambiar nuestro rumbo.
Sea como sea tu y yo estamos ligados y ni un sombrero,una locomotora o 3 ancianas unidas por el cabello lo pueden cambiar.Te quiero lokis, no lo olvides.
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